Crear un enfoque para una clase de yoga es una herramienta muy útil para ayudar a mantener a tus estudiantes comprometidos durante toda la clase.
Muchas ideas, que rodean nuestras vidas, pueden inspirar y traducirse en grandes planes para una clase de entrenamiento de yoga.
Los cambios de estación, cambios en el contexto mundial, y los desafíos de la vida, son excelentes áreas para comenzar a construir un tema.
Un solsticio de invierno, por ejemplo, podría usarse para desafiar el cuerpo, la mente y el espíritu a un cambio, al igual que el cambio de estación. Llevar los pensamientos al papel y luego destruir la hoja de papel que contiene esos pensamientos puede permitir una transición durante la clase que puede desaparecer mucho después de que la clase haya terminado.
Los planes de lecciones pueden brindar a los estudiantes una satisfacción que quizás no reciban de otra forma de ejercicio, y también les ayuda a tener una conexión personal con el encuentro de yoga y su maestro. Este vínculo ayuda a promover un patrón que el alumno llevará consigo y lo animará a seguir viniendo a practicar.
Otros pensamientos sobre la creación de ideas podrían ser el uso de accesorios como por ejemplo bloques y correas puede ayudar a los estudiantes, especialmente a los principiantes de yoga, a pasar a una postura más desafiante.
La planificación de las lecciones para las clases también pueden basarse en una serie de poses que se enfocan en abrir una determinada área del cuerpo. Las aperturas de cadera y las flexiones hacia atrás son temas muy comunes para una clase de yoga, ya que muchas personas luchan con estas áreas y la liberación puede ser muy gratificante para el estudiante.
El objetivo es que las clases sean únicas y cada vez más desafiantes, esto podría conducir a una mejor asistencia, ya que el estudiante buscará el temario de cada clase para elegir si asistir o no.
Otro gran diferencial es el lugar dónde se llevarán adelante las clases de yoga, en este sentido podemos pensar en un sitio tranquilo, rodeado de naturaleza, cómodo y confortable, como las casas para retiros espirituales. Organizar una clase de yoga en una casa plenamente dedicada a ello, es un gran atractivo.
Aunque algunos instructores de yoga optan por tener un ambiente libre de música; la música es otra forma poderosa de establecer un tema para la clase. Las listas de reproducción de música pueden incluso cambiar a lo largo de la clase para tener varios temas. Comenzar con un enfoque más relajante y luego dirigirse hacia una selección de música más intensa puede ayudar a un estudiante a tener confianza en su práctica. La música también puede ayudar a sacar a los estudiantes de su zona de confort y permitirles disfrutar libremente de la clase moviéndose con la música.
Los planes de lecciones también se pueden construir uno sobre el otro. Después de una clase, puede haber comentarios de estudiantes de yoga que ayuden a generar nuevas ideas para la próxima clase. Esta es una gran oportunidad para experimentar y tener la mente abierta para explorar nuevas áreas temáticas para los estudiantes, así como para el instructor de yoga.